viernes, 22 de enero de 2010

105. Una larga espera

Se le ha dado una y mil vueltas que si la tarea debe estar a cargo de la Fiscalía, que si debe de encargarse la Policía, que si debe ser autorizada por el dueño de una de las líneas que enlaza la llamada, que si los castigos por hacerlo ilegalmente, que nunca hay pruebas suficientes, que este parece ser un buen recurso, que, que, que.....

Muchos son los que se pronuncian en contra de las escuchas telefónicas ya que violan la privacidad que cada individuo posee, pero en esta edad del mundo, donde las tecnologías nos rastrean y crean bases de datos para venderlas la mejor postor (¿De dónde creen que obtienen nuestras direcciones y números de teléfonos las empresas que ofrecen tarjetas de crédito? ¿O las empresas hoteleras que nos ofrecen los mejores paquetes para vacacionar?), cuando existen tantas paginas sociales que hacen un cuento de nuestras mejores costumbres, las peores, nuestra "red social", perfiles, fotografías y más, en fin, donde tenemos al descubierto casi que hasta nuestra ropa interior, habría que analizar cuál es la verdadera privacidad que buscamos mantener.

Para cometer un delito se necesita una vía de comunicación y frecuentemente son las llamadas telefónicas las que se utilizan (sino recuérdese el audio encontrado del Sr. Adolfo Torres que para que decir más). La Fiscalía dice que en muchos casos no logra desarticular bandas de crimen organizado por no contar con pruebas suficientes.

Existen mecanismos para regularlo, existen 84 diputados en la Asamblea y por si fuera poco, 84 suplentes en los que hasta podrían apoyarse para buscar hacer todas las mejoras y restricciones pertinentes.

Fuera de la Asamblea hay granadas por todos lados, tráfico de personas, secuestros, homicidios por mencionar algunos pequeños problemas que nos aquejan.

En muchos países existe esta práctica y nadie se ha sentido violado en su derecho de ciudadano o al menos no se ha escuchado tal cosa. Una escucha telefónica es una piedra que le atina a cualquiera pero el que la teme es quien la ve dirigirse hacia si mismo.

Unos a favor y otros en contra, como todo. Pero será necesario poner en una balanza si un minuto de privacidad vale lo que un minuto de seguridad que tanta falta nos hace.

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:: Yami Flores.

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