La Cultura Light, es el éxito masivo del capitalismo y su ideología concomitante. Según Marcelo Colussi en su artículo La Cultura Light, light significa ligero o liviano. Pero, se ha convertido en la actitud con que se enfrentan las cosas, la comida, las diversiones, la vida y las relaciones interpersonales. Así que Light significa no complicarse, no pensar y olvidarse del sentido crítico.
Colussi manifiesta que la Cultura Light es la entronización del individualismo hedonista, del facilismo y de la ideología ramplona del consumismo. Cultura Light significa individualismo exacerbado, búsqueda inmediata de la satisfacción, escasa profundidad en el abordamiento de cualquier tema, superficialidad, falta de compromiso social y humano, banalidad y liviandad.
La Cultura Light impone un marcado culto a las apariencias y la ligereza marca las relaciones interpersonales. La Onda Light va ganando espacios en la producción cultural a través de los medios de comunicación, principalmente, por la televisión. Por su medio se insertan programas que apologizan la tontería, la porquería y la más pacata superficialidad, advierte Colussi.
Son los Centros de Poder los que tienen que ver con la generación de la Onda Light. De hecho, estos plantean como Prototipo Humano el consumidor pasivo, que no discute y acepta todo con resignación.
La Regla de lo Light es la sistemática omisión de lo pertinente: cigarrillos sin nicotina, café sin cafeína, azúcar sin azúcar, música sin música, Partidos sin partido, organizaciones sin ideología, etc. La intención es ocultar la función real y mostrar la simbólica.
Piero Moltedo Perfetti, en su artículo Cultura de lo Desechable3 , expone que antes todo se guardaba, nada se botaba. Pero, hoy preferimos lo desechable. Esto introdujo un cambio en los valores de consumo. De una Cultura de lo Perdurable se ha pasado a una Cultura de lo Desechable. El problema es que ésta cultura se ha implementado en nuestras relaciones interpersonales. La Cultura de lo Perdurable implicaba algún tipo de compromiso perdurable.
Pero la Cultura de lo Desechable hace que no nos esforcemos por el compromiso. Es decir, por aquello que da razones y argumentos a nuestras vidas.
La Cultura de lo desechable en nuestras relaciones sociales nos está llevando a la soledad. La paradoja es que nos está llevando a la atomización en un mundo que urge de personas plenas y comprometidas con su familia, con su empresa y con la comunidad. La Cultura de lo Desechable es consecuencia de la tendencia cultural dominante, la Cultura Light, la cual responde a un proyecto concreto: el capitalismo y su ideología consumista.
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:: José Guillermo Mártir Hidalgo
Nota completa: www.diariocolatino.com/es/20101201/articulos/87007/?tpl=69
Colussi manifiesta que la Cultura Light es la entronización del individualismo hedonista, del facilismo y de la ideología ramplona del consumismo. Cultura Light significa individualismo exacerbado, búsqueda inmediata de la satisfacción, escasa profundidad en el abordamiento de cualquier tema, superficialidad, falta de compromiso social y humano, banalidad y liviandad.
La Cultura Light impone un marcado culto a las apariencias y la ligereza marca las relaciones interpersonales. La Onda Light va ganando espacios en la producción cultural a través de los medios de comunicación, principalmente, por la televisión. Por su medio se insertan programas que apologizan la tontería, la porquería y la más pacata superficialidad, advierte Colussi.
Son los Centros de Poder los que tienen que ver con la generación de la Onda Light. De hecho, estos plantean como Prototipo Humano el consumidor pasivo, que no discute y acepta todo con resignación.
La Regla de lo Light es la sistemática omisión de lo pertinente: cigarrillos sin nicotina, café sin cafeína, azúcar sin azúcar, música sin música, Partidos sin partido, organizaciones sin ideología, etc. La intención es ocultar la función real y mostrar la simbólica.
Piero Moltedo Perfetti, en su artículo Cultura de lo Desechable3 , expone que antes todo se guardaba, nada se botaba. Pero, hoy preferimos lo desechable. Esto introdujo un cambio en los valores de consumo. De una Cultura de lo Perdurable se ha pasado a una Cultura de lo Desechable. El problema es que ésta cultura se ha implementado en nuestras relaciones interpersonales. La Cultura de lo Perdurable implicaba algún tipo de compromiso perdurable.
Pero la Cultura de lo Desechable hace que no nos esforcemos por el compromiso. Es decir, por aquello que da razones y argumentos a nuestras vidas.
La Cultura de lo desechable en nuestras relaciones sociales nos está llevando a la soledad. La paradoja es que nos está llevando a la atomización en un mundo que urge de personas plenas y comprometidas con su familia, con su empresa y con la comunidad. La Cultura de lo Desechable es consecuencia de la tendencia cultural dominante, la Cultura Light, la cual responde a un proyecto concreto: el capitalismo y su ideología consumista.
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:: José Guillermo Mártir Hidalgo
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