sábado, 19 de diciembre de 2009

102. Y a nosotros ¿Qué nos importan los osos polares?

Estudios aseguran que catorce mil quinientos osos polares (dos tercios de la población total de osos) que viven en el Ártico podrían desaparecer en 2050. Con la pérdida del hielo, cada vez tendrán menos comida, lo que puede redundar en que su tasa de reproducción baje drásticamente. En las costas de Alaska, muchos osos han quedado varados en la orilla porque el puente helado que les permitía regresar al Polo ha desaparecido. [1]

Esta desaparición que está sufriendo el oso polar se debe al derretimiento de miles de kilómetros cuadrados que anualmente está perdiendo el Ártico (polo norte).

Entre las décadas del 70 y 90, el Ártico perdió 500 mil km2 de hielo cada 10 años. Desde el año 2000, esa disminución se ha casi triplicado. Según la NASA, entre el invierno de 2005 y el de 2007, desapareció el hielo perenne de un área del Ártico que equivale a la superficie de Texas y California juntas. [1]

Bajo el Ártico hay muchos antiguos lagos que han almacenado metano, un gas de efecto invernadero inflamable y explosivo que atrapa 25 veces más calor que el dióxido de carbono. En la medida que se derrite la capa de hielo, se intensifica el calentamiento global. [2]

La desaparición del oso polar en el ártico es uno de los indicadores de que la temperatura en la tierra está cambiando rápidamente.

La Tierra podría calentarse 7.2 grados Fahrenheit en este siglo, si no reducimos las emisiones causadas por los combustibles fósiles, como el carbón y el petróleo. [3]

Si dejamos de lado los indicadores naturales como la pérdida de hielo en los polos o la desaparición constante de osos polares exponemos a la humanidad a graves consecuencias ambientales: niveles del mar aumentando inundando las áreas costeras; mayor frecuencia e intensidad de las ondas de calor; extinción de seres vivos; más sequías e incendios forestales; mayor intensidad en las lluvias y huracanes causando inundaciones en zonas pobladas.

Los seres humanos dirigimos el ambiente hacia un límite inhabitable para millones de seres vivos, dejando las peores consecuencias ambientales para las próximas generaciones humanas, y acelerando la extinción de muchas especies incluyendo la nuestra.

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:: David Pacas, davpacas@hotmail.com

[1] http://www.fernandoflores.cl/node/2083
[2] http://sustentator.org/blog-es/2009/06/el-derretimiento-del-artico-podra-empeorar-el-calentamiento-global/
[3] http://www.nrdc.org/laondaverde/globalWarming/fcons.asp

miércoles, 16 de diciembre de 2009

101. Revisión fiscal.

El salvadoreño preocupado por los problemas nacionales entenderá y respaldará la revisión fiscal. Pero este ciudadano merece de parte de las autoridades gubernamentales el auténtico respeto y ayuda práctica y solidaria para salir adelante con su grupo familiar en su difícil situación de vida.

Para las cúpulas empresariales, esas que se hacen llamar “iniciativa privada”, la “reforma” o revisión tributaria –la que tanto condenan en teoría—debe aplazarse o revisarse a fondo para “evitar complicaciones”: disminución de las inversiones, fuga de capitales, retroceso en la producción, recortes de trabajadores y empleados en las fábricas, centros comerciales y empresas, y tantas otras interpretaciones hechas que amenazan con la ruina progresiva de la nación.

La “gran empresa” privada no puede tocarse, ni con “los pétalos de una rosa”, han sido siempre los intocables de esta sociedad, ellos que norman y conducen los destinos económicos del país, los que sugieren, recomiendan y al final imponen las leyes. Los empresarios deben tener todas las facilidades, contar con “reglas claras”, tener vía libre para hacer sus negocios, concertar alianzas para ampliar sus negocios, sea con consorcios internacionales o nacionales.

No deben transgredirse estas leyes perfectamente hechas a su particular forma de hacer las cosas. No importa que “se atrasen” en el pago de impuestos, los evadan o responsabilicen a terceros, de pérdidas, contrabando o corrupción. Su forma de proceder no debe admitir sanción alguna.

No les gusta que en las revisiones tributarias impulsadas por el actual gobierno, se mencione cárcel, prisión y multas para los evasores de impuestos. Están de acuerdo con la necesidad de que “el gobierno busque distintas formas” para llevar dinero a las arcas del Estado; pero no quieren pagar impuestos “sobre todo en momentos de crisis”.

¿Cuál sería entonces la mejor época para realizar una reforma tributaria? En el régimen pasado, el Ministro de Hacienda, Guillermo Suárez, intentó impulsar algunos cambios para ampliar la base tributaria, hacer que los evasores cumplieran con sus compromisos fiscales; pero más tardó el gallo en cantar tres veces que el señor diera con sus bártulos en la calle.

No es frase solemne, pero está bien dicha para medir el caudal de ganancias. Si algunas empresas están nacionalizadas o en camino de serlas (en el país prácticamente ya nada), los beneficios deben ser para los grandes negocios y las pérdidas soportadas por el país.

En términos técnicos: deben nacionalizarse las pérdidas y privatizarse las ganancias. En esta línea: los grandes capitalistas contentos, no hay queja alguna y este gobierno está dando muestras de caminar al lado de la “democracia”, de las libertades y el Estado de Derecho.

Como lo hemos dicho en innumerables ocasiones, en ese proceso de ruina se nutre y se fortalece el dogma reiterado: el Estado tiene la obligación primaria, ineludible, de ser “mal administrador”, por lo tanto su función básica, esencial, consiste en proporcionarle todas las facilidades a la iniciativa privada, en “no meter manos” en el sagrado mercado y en “establecer reglas claras” para seguir aumentando el festín, es decir las ganancias exorbitantes de la insaciable oligarquía.

En tal sentido, sólo el genio y el aliciente del interés privado pueden ser instrumento y camino de prosperidad, como nos lo repiten tanto y tan frecuentemente los apóstoles de la “libre empresa”, con el beneplácito de sus socios mayoritarios del extranjero.

Todo aumento de precios en sus productos y servicios es realista, inevitable, sano y hasta patriótico. Justifican esta alza en todas las ocasiones, con teorías y razonamientos elegantes, con tesis que hablan de factores internos y externos, de crisis mundiales y alardes de sutil terminología y ostensible desinterés. Todos los AUMENTOS SON BUENOS, MENOS EN LOS SALARIOS DE LOS TRABAJADORES y en el nivel de precios de productos y servicios.

En la actual coyuntura cuando se ha presentado la reforma fiscal a la Asamblea Legislativa han arreciado los ataques y la campaña de “incapacidad” e ineficiencia de los funcionarios del área económica, de los “comunistas solapados” y de “copiar modelos fracasados”. También los “grandes” empresarios se fueron a Tegucigalpa a apoyar a los golpistas, a “decirles que cuenten con su respaldo” que pronto llevarán más negocios libres de impuestos a esas tierras.

No está demás repetirles que el derrumbe financiero mundial prácticamente terminó con los paraísos fiscales y que son muy poquitos los países donde los oligarcas pueden invertir sus ganancias. El modelo neoliberal está liquidado y gran parte de las naciones del mundo están buscando sistemas distintos, verdaderamente democráticos y humanistas.

Con todo lo peor no está en la falacia de sus argumentaciones sino en querer echarle la culpa al gobierno de turno de los peligros que se ciernen sobre la nación, no aceptan ser parte de los graves errores cometidos al impulsar el modelo neoliberal ni de ser los causantes directos de la marginación y la pobreza extrema de miles de salvadoreños.

La realidad, obviamente, está en el otro extremo de la cuerda. La quiebra de toda empresa lesiona la economía del país, pero si se trata de una empresa privada, esa lesión será siempre de menor grado. Lo hemos visto miles de veces en nuestra patria: se declaran en quiebra y con todo su capital se van de esta tierra. ¿Los trabajadores, los desempleados, las indemnizaciones? Muy bien, gracias.


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:: Salvador Ventura.
Fuente: Revisión fiscal: Caldo de cultivo para la inconformidad,
http://www.diariocolatino.com/es/20091209/opiniones/74564/

viernes, 11 de diciembre de 2009

100. Época de Buenas Nuevas

Este mes en general estamos acostumbrados a las buenas cosas, a los buenos deseos y las buenas acciones que nos proponemos compartir y que por lo general olvidamos cuando termina el año.

Sin embargo, sería bueno reconocer ese ánimo esperanzador que se nos transmite por medio de buenas nuevas que se escuchan ultimamente. Este año lo cerramos con buenas propuestas, con ideas alentadoras que nos indican que se están tomando iniciativas para que poco a poco la utopía del Reino de Dios se vea más cercana.

Aguinaldos libres de impuestos para empezar, la nueva ley de las Tarjetas de Crédito, Tasas más justas de telefonía celular entre otras si se quiere hablar de un ámbito un poco más comercial, por otra parte, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) ha resuelto, en los últimos seis meses, dos procesos de habeas corpus presentados para que se investigue la desaparición presuntamente forzosa de dos menores de edad a manos de militares, durante el pasado conflicto armado.

La CSJ actualmente, ha pedido a la Fiscalía investigar las desapariciones de las niñas Sofía García Cruz y de María de los Ángeles Mejía Ortega, ocurridas el 4 de junio de 1981 y el 4 de noviembre de 1983, respectivamente a lo cual, el ministro de la Defensa Nacional, general de brigada David Munguía Payés, reiteró ayer que la institución armada colaborará con las autoridades que requieran información para el esclarecimiento de desapariciones de civiles ocurridas en el marco del pasado conflicto armado. (1)

Un posible ajuste a los impuestos de bebidas alcoholicas, cigarros y bebidas carbonatadas, artículos que no son de primera necesidad y que al final de cuentas ayudarían a moderar más los accidentes causados por el consumo irresponsable de alcohol. Que no se preocupen los grandes señores, ya podrán tener su escudo fiscal por medio de las donaciones a la Teletón, a propósito de eso, David reyes, diputado de nuestra respetable Asamblea Legislativa, impulsa una reforma en las multas que considera la Ley de Equiparación de Oportunidades la cual castiga a las empresas q no poseen plazas para discapacitados cuando debería de otorgarse una por cada 25 empleados.

Esfuerzos por encontrar a los desaparecidos, reconocimientos como símbolos de buena voluntad, entre otros, nos hacen pensar que este país va mostrando signos de buenas intenciones, que alientan no solo la esperanza cristiana sino aún, a aquellos que hasta dejaron de esperar en Dios ese Reino de Justicia, Amor, Paz y Libertad.

Esta navidad renace también la ilusión no solo en el interior de una persona sino la de todo un pueblo que esperará renovado la venida de nuestro Salvador.

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:: Yami Flores
(1)http://www.laprensagrafica.com/el-salvador/judicial/78851--militares-ofrecen-colaboracion-para-casos-desapariciones.html

lunes, 7 de diciembre de 2009

099. Bienvenida su Majestad... Ley de tarjetas de crédito.

Con mucha expectativa se ha recibido la noticia de la recién aprobada Ley del Sistema de tarjetas de crédito, luego de más de doce años de mantenerse engavetada, por quienes ostentaron el poder económico a su propia voluntad.

Entre las novedades de la Ley, las empresas emisoras de tarjetas de crédito solo podrán imponer multas del 5% sobre el valor del “pago mínimo” de la factura y no sobre valores fijos que acostumbraban cobrar, por multas que iban desde $25.00 hacia arriba. Sobre este respecto tuve la mala experiencia de haber sido víctima de este tipo de cobro indebido, solo por haberme retrasado un día, y que casualmente, coincidió con el día domingo. Por suerte, esa institución financiera ya desapareció, cumpliéndose de esta forma la Ley de Causa y Efecto.

No obstante, la anterior aprobación, existen algunos vacíos que no se evidencian con transparencia, y es que cuando se habla de que los bancos solo podrán cobrar intereses, comisiones y recargos que hubiesen sido pactados con el usuario. Cabe hacerse las preguntas siguientes.¿qué pasará con los 750,000 usuarios que actualmente contamos con este servicio? ¿Cuál será el beneficio con el que contaremos? ¿Se nos reducirá el pago mínimo, en razón de la reducción de las tasas de interés? ¿Se reducirán las moras acumuladas injustificadas? ¿Qué nuevas estrategias estarán pensando los banqueros para triplarse la Ley?

Estas y otras preguntas que pudieran estarse haciendo muchos usuarios deberán tener una respuesta por parte del Sistema Financiero y los bancos para aclarar a los usuarios y con palabras sencillas, los beneficios que nos traerá a todos y a todas, tal aprobación.

Si la Ley se hace efectiva, debería haber una revisión retroactiva a todas las cuentas ya pactadas con anterioridad, a fin de garantizar el pleno cumplimiento de la Ley. De otra forma tendremos que esperar el día que dejemos de pagar nuestras deudas actuales para disfrutar de los beneficios de dicha Ley.

Algo interesante de la Ley, es lo que establece el artículo 7, respecto a la redacción de los contratos que se originen a partir de la aprobación de la presente Ley, pues según se menciona, éstos deberán estar escritos en castellano y con una tipografía “fácilmente legible a simple vista, como mínimo en un tamaño de letra 10”.

Lo que no queda claro, son los tipos de tasas de interés, en razón del tiempo y el objeto en que se establezca la deuda. Por lo que URGENTE, estudiar los diversos mecanismos que utiliza la banca para embancar a los usuarios.

Otro tema en la expectativa de los usuarios, lo constituye la anulación de “comisiones”, en los créditos y por el uso de cajeros y ventanillas, al retirar efectivo y “el cobro de membresías” por el uso de las tarjetas, dado que éstos ya se encuentran sobre cobrados en las altas tasas de interés que se nos aplica.

Sobre este tema, tuve la oportunidad de aceptar una tarjeta, de la cual me rogaron y rogaron para que la tomara, afirmándome que no iba a ser sujeta de cobro si no la utilizaba. Pasado el primer año de tenerla sin utilizarla, me llegó un cobro por $28.00 por el pago de la membresía. Al reclamar sobre el mencionado cobro, me respondieron que no se podía anular porque la tarjeta no había sido utilizada, que era necesario que la activara para gozar de la anulación del cobro. Por suerte, si pude hacer algo… pedí que me la cancelaran.

Los bancos deberán estar atentos a toda consulta que los usuarios les planteemos y a informar sobre todo cambio que pudiera beneficiarnos, tal y como se está difundiendo una serie de spot televisivo, del Banco Credomatic, en donde se está educando a la población a hacer buen uso del plástico.

Damos la bienvenida a la tan ansiada Ley de Tarjetas de Crédito, que aunque no cubre todo lo que quisiéramos, es el principio para constituir el orden que necesitamos en nuestro país.

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: Lic. José María Barrera Lemus, Jbarrera25@yahoo.com.mx
Analista y Consultor social.