miércoles, 28 de enero de 2009

017. La guerra que nunca pasó de moda

Es difícil hablar de algunos temas en la realidad de nuestro país, sin caer en la posibilidad de ser acusado de inclinarse hacia la derecha o hacia la izquierda política, esto debido a que la polarización que los mismos partidos políticos han creado, no nos permite juzgar siquiera nuestros propios problemas sociales. Este será uno de esos temas.

Cuando en noviembre de 2008, se presentó una querella en España por el caso Jesuitas, el Presidente Saca muestra su descontento afirmando que: "Abrir heridas del pasado no es la mejor fórmula para la reconciliación" [1]

Sin embargo, cuando el candidato presidencial de su partido o las instituciones afines a su ideología se refieren a los "terroristas" de la izquierda, aunque sean consideradas como campaña negativa y difamatoria, son razonadas por el partido de gobierno como afirmaciones válidas.

Es decir, según la derecha salvadoreña, cuando la justicia requiere que se juzgue bajo criterios de derechos humanos a los acusados del asesinato de los jesuitas de la UCA, es una manera de abrir heridas que interrumpe con la paz de los salvadoreños; caso contrario, atacar con spots donde se recuerdan los momentos más difíciles de la guerra y que a su vez propaguen el miedo, la polarización, y la violencia, es parte de la campaña en un "Estado Democratico".

Desconcertante los conceptos que maneja un partido que relaciona sus valores con la libertad y la justicia.

Hasta ahora, la reconciliación post guerra es solo un mito, que se cuenta en los libros de historia del Ministerio de Educación, para sacar provecho del abrir y cerrar de las "heridas del pasado" en cada campaña política, cueste lo que cueste y en la medida que sea necesario.

Que me perdone quien me considere crítico de la "paz social" que promueve el gobierno salvadoreño, pero la paz ni se construye matizando las verdades, ni se fortalece pretendiendo poner de moda la guerra, para inclinar la balanza a favor de un partido político.

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davpacas@yahoo.com
[1] La Prensa Gráfica, 13 de noviembre de 2008.

lunes, 26 de enero de 2009

016. Algo no está bien

“En la próxima legislatura, la única salida que tienen ARENA y el FMLN para dejar de ser rehenes del PCN es entenderse entre ellos y aprobar pronto algunas leyes sin tener que suplicarle al PCN. Esa estrategia es más difícil pero mucho más conveniente para el país.”

La oferta no es “compre uno y llévese el otro a mitad de precio”. Es mucho más generosa. Puede llevárselos todos con atractivos descuentos hasta del 70%. Solo tiene que saber dónde buscar los artículos que están más rebajados. Le pueden salir algunos defectuosos, pero eso es lo de menos. A caballo regalado no se le mira el diente.

Si esto fuera una venta de calzoncillos, no habría nada que objetar, pero estamos hablando del sistema que tenemos para elegir a nuestros representantes en la Asamblea Legislativa. Ya se han señalado hasta la saciedad las consecuencias negativas de tener que votar por planillas partidarias y no por personas con nombre, cara fea y apellido.

Pero la cosa se termina de arruinar cuando un partido, que en ningún lugar ha podido ganar un solo diputado a precio regular, puede llevarse rebajados los que necesita para constituirse en la fracción más poderosa de la legislatura.

Cuando el TSE termine la ardua tarea de contar los votos depositados en las urnas el domingo pasado, es muy probable que el PCN termine obteniendo 10, tal vez 11, diputados. Todos ellos por residuos. Esto significa que uno de los partidos que tiene menos respaldo de la población, un distante tercer lugar en la suma de votos de todo el país, tendrá poder efectivo de veto sobre cualquier iniciativa de los dos partidos que han obtenido más votos. Ni ARENA ni el FMLN podrán aprobar una sola ley sin la anuencia del PCN.

Esta absurda situación no ocurriría si tuviéramos diputados que votan con criterio propio, porque entonces podrían alcanzarse mayorías con diputados de todos los partidos; pero como los elegimos en combo y los de cada combo son obedientes a su línea partidaria, la aritmética legislativa se vuelve simple y el PCN emerge como el partido sin el cual no se puede legislar.

Tenemos que reformar la ley para elegir diputados de manera diferente, con listas abiertas. Eso volvería innecesario el sistema de residuos. En cada departamento entrarían los candidatos que obtengan más votos, independientemente del partido al que pertenecen, hasta completar la cifra que le corresponde a ese departamento en razón de la magnitud de su población.

Si los partidos siguen negándose a adoptar el sistema de listas abiertas, al menos debiera limitarse el número de diputados que un partido puede obtener por residuos. Esto requeriría diseñar un sistema más complejo, pero eso es preferible a la situación que ahora tenemos.

En la próxima legislatura, la única salida que tienen ARENA y el FMLN para dejar de ser rehenes del PCN es entenderse entre ellos y aprobar pronto algunas leyes sin tener que suplicarle al PCN. Esa estrategia es más difícil pero mucho más conveniente para el país y mucho más consistente con las cuotas de poder que los electores hemos querido darle a cada partido. Por su parte, el PCN está obligado a utilizar responsablemente el poder que, sin merecerlo, le ha otorgado el sistema.

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Salvador Samayoa, La Prensa Gráfica, Enero de 2009.
http://www.laprensagrafica.net/sendaelectoral/?p=3402

viernes, 16 de enero de 2009

miércoles, 14 de enero de 2009

014. Votar ¿Pensando en quien?

Es tiempo de Elecciones, tiempo en que nuestra razón nos indica que hay muchos problemas en nuestro país que queremos se resuelvan, pero seguramente, ese desfile de banderas, ciudades tapizadas por consignas y conciencias disfrazadas de colores, jamás nos dará la solución de lo que queremos sea diferente.

Una casa encuestadora preguntaba hace unos días: ¿Que partido político tiene mayores posibilidades de resolver la situación económica de El Salvador? La mayor parte de la población coincidió en una sola respuesta, lastimosamente no hay un Partido denominado: "Ninguno". [1]

Entonces ya no tiene sentido preguntarnos ¿A quien le daré mi voto?, sino ¿Por quien voy a votar? ¡Que parece ser lo mismo, pero no lo es!

Hasta donde es verídica la expresión del diputado Héctor Dada en uno de sus spots, cuando afirma: "Creeme, tu voto es útil", sin embargo, resulta que ha sido la única frase de un político que he aceptado adoptar como cierta.

Entre tantas promesas, entre tanta violencia, entre campaña sucia y negativa, resulta que una de las más profundas equivocaciones que podemos cometer, es no participar en la elección de alcaldes, diputados y presidente, esto es por dos motivos.

Uno, la falta de participación democrática del pueblo significa la elección a favor de aquella "mayoría" que no está realmente convencida, sino mentalmente engañada.

Y dos, no podemos darnos el lujo de subestimar uno de nuestros derechos, a pesar del precario sistema electoral que solo adorna nuestras garantías constitucionales.


Esperemos que esta vez, nuesta razón no se llene de miedo y frases pre fabricadas por las empresas publicitarias.

No vayamos a las urnas, simplemente, por darle el voto a una persona, sino pensando en defender nuestro derecho. ¿Por quien voy a votar? ¡Por mí, por mi derecho! Que esta vez asumamos nuestra elección a raiz de experiencias pasadas y esperanzas a futuro, sin tener que pensar a quien le daremos nuestro voto, sino que al votar lo hacemos porque es nuestro derecho, y que en ningún momento debe ser arrebatado.

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davidpacas@hotmail.com

lunes, 5 de enero de 2009

013. ¿Está prohibido reunirse en época de elecciones?

Cuando llegan las elecciones, se corre un rumor que atemoriza en cierta medida a muchas personas. Algunos advierten que es prohibido realizar reuniones de cualquier tipo en días previos a las actividades electorales del país.

Se rumora que la ley establece tal prohibición… otros dirán que la Policía recibe ordenes de capturar a todo grupo de personas reunidas… o también que el Tribunal Supremo Electoral no permite las reuniones de ningún tipo.

¿Cual de los tres rumores anteriores puede ser creible? ¡Ninguno!

El Salvador fundamenta toda su legislación a partir de la Constitución de la República, ninguna ley, decreto, reglamento u ordenanza municipal puede ser contraria a la Constitución, si fuera así, la Corte Suprema de Justicia estaría obligada a declarar inaplicable cualquier norma de este tipo.

1. ¿Es delito?
El código Penal, es la única legislación salvadoreña que puede sancionar todo tipo de delitos… ¡Ninguna otra norma legal puede hacerlo! Y en cuanto a reuniones de cualquier tipo, la ley penal establece sanciones en contra del “Crimen Organizado”, que es una estructura con el propósito de lucrarse con bienes y servicios ilegales o realizar actividades de terrorismo[1]. También establece penas a las agrupaciones, asociaciones y organizaciones ilícitas, cuyo objetivo sea la comisión de delitos. [2]

Sin embargo, no existe prohibición de reunirse con fines pacíficos, a la población que se reúne sin armas o que se agrupa sin el objetivo de cometer delitos. En tal sentido, no es delito reunirse según el Código Penal en tiempos de elecciones.

2. ¿Lo prohíbe el código electoral?
Según el Art. 236 del Código Electoral, establece únicamente la prohibición a reuniones, manifestaciones o concentraciones públicas dentro de una misma población y en el mismo día, hora y lugar, pero solo en el caso de Partidos Políticos o Coaliciones contendientes. [3]

Sin embargo, establece que cualquier obstaculización deliberada o inmotivada a la libertad de reunión o a la propaganda política a que se refiere el Código Electoral supone una infracción al funcionario o empleado público culpable. [4] En tal sentido, no esta prohibido a la población, reunirse en tiempos de elecciones, es más, es contrario a la ley prohibirle a algún grupo de personas reunirse.

3. ¿Permite la Constitución las reuniones en tiempos de elecciones?
Llegamos al punto clave, la Constitución es la cuna de toda la legislación, y esta establece que los habitantes de El Salvador tienen derecho a asociarse libremente y a reunirse pacíficamente y sin armas para cualquier objeto lícito. [5]

La Asamblea Legislativa, que es el único órgano designado para promulgar leyes, no tiene la capacidad de suspender la libertad de reunión o asociación con fines religiosos, culturales, económicos o deportivos, porque es un derecho fundamental, ni siquiera puede ser suspendido en caso de guerra, invasión del territorio, rebelión, sedición, catástrofe, epidemia u otra calamidad general, o de graves perturbaciones del orden público, mucho menos en tiempo de elecciones, pues así lo establece la Constitución [6]

Tampoco el Tribunal Supremo Electoral tiene una pizca de autoridad sobre ninguna persona para prohibir reuniones a la población.

¿Leyenda o verdad?
Es un absurdo pensar que es prohibido reunirse en tiempo previo, durante o posterior a cualquier elección, por muy importante que sea. Sería inimaginable ver en las noticias del día de las elecciones a la Policía Nacional Civil capturando a todos los católicos reunidos en un templo incluyendo a los candidatos que asisten a misa temprano, a una familia por estar celebrando un cumpleaños en su casa, o a un grupo de amigos que se reuna para contar leyendas, como la leyenda del “cipitío”, la siguanaba y la leyenda de la “prohibición a la libertad de reunión”. [7]

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[1] Código Penal, Art. 22-A.
[2] Código Penal, Art. 345.
[3] Código Electoral, Art. 236.
[4] Código Electoral, Art. 278.
[5] Constitución de la República, Art. 7.
[6] Constitución de la República, Art. 29.
[7] Leyenda es una narración oral o escrita, con una mayor o menor proporción de elementos imaginativos y que generalmente quiere hacerse pasar por verdadera o fundada en la verdad, o ligada en todo caso a un elemento de la realidad. Se transmite habitualmente de generación en generación, casi siempre de forma oral, y con frecuencia experimenta supresiones, añadidos o modificaciones.