
Es tan simple como que todo lo que creo lo hago real, lo fabrico en mi interior y lo proyecto hacia los demás, en ese momento “los demás” se convierten en un reflejo de mis acciones, de lo que soy, de lo que produzco. En el espejo que me rodea.
Entonces, si esto fuera así, ¿cómo un país, un continente entero, puede disminuir la violencia con más violencia? Alguna vez quizá hemos escuchado el término de las espirales de violencia, pero ¿acaso las hemos entendido? En el fondo ese podría ser una verdadera manifestación del karma, no es el hecho de que se me va a regresar todo lo malo o todo lo bueno que haga, sino comprender que cada decisión que tome en este momento desencadenará una seria de acontecimientos que tendrán sus consecuencias, sus frutos.

Es válido pensar que la violencia ha llegado a un grado animal en nuestras sociedades, fuera de conciencia, fuera de aceptación, fuera de los parámetros “normales” que aceptamos y cedemos dándoles el beneficio de llamarlos así “normales”, pero ese podría ser uno de los problemas más grandes; la aceptación, la sumisión, la percepción de la violencia como “pequeña” según las acciones con las que se manifiesta; pero basta un minúsculo punto, una sola decisión para que una enorme espiral se desate.

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:: Yami Flores
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