Es difícil hablar de algunos temas en la realidad de nuestro país, sin caer en la posibilidad de ser acusado de inclinarse hacia la derecha o hacia la izquierda política, esto debido a que la polarización que los mismos partidos políticos han creado, no nos permite juzgar siquiera nuestros propios problemas sociales. Este será uno de esos temas.
Cuando en noviembre de 2008, se presentó una querella en España por el caso Jesuitas, el Presidente Saca muestra su descontento afirmando que: "Abrir heridas del pasado no es la mejor fórmula para la reconciliación" [1]
Sin embargo, cuando el candidato presidencial de su partido o las instituciones afines a su ideología se refieren a los "terroristas" de la izquierda, aunque sean consideradas como campaña negativa y difamatoria, son razonadas por el partido de gobierno como afirmaciones válidas.
Es decir, según la derecha salvadoreña, cuando la justicia requiere que se juzgue bajo criterios de derechos humanos a los acusados del asesinato de los jesuitas de la UCA, es una manera de abrir heridas que interrumpe con la paz de los salvadoreños; caso contrario, atacar con spots donde se recuerdan los momentos más difíciles de la guerra y que a su vez propaguen el miedo, la polarización, y la violencia, es parte de la campaña en un "Estado Democratico".
Desconcertante los conceptos que maneja un partido que relaciona sus valores con la libertad y la justicia.
Hasta ahora, la reconciliación post guerra es solo un mito, que se cuenta en los libros de historia del Ministerio de Educación, para sacar provecho del abrir y cerrar de las "heridas del pasado" en cada campaña política, cueste lo que cueste y en la medida que sea necesario.
Que me perdone quien me considere crítico de la "paz social" que promueve el gobierno salvadoreño, pero la paz ni se construye matizando las verdades, ni se fortalece pretendiendo poner de moda la guerra, para inclinar la balanza a favor de un partido político.
Cuando en noviembre de 2008, se presentó una querella en España por el caso Jesuitas, el Presidente Saca muestra su descontento afirmando que: "Abrir heridas del pasado no es la mejor fórmula para la reconciliación" [1]
Sin embargo, cuando el candidato presidencial de su partido o las instituciones afines a su ideología se refieren a los "terroristas" de la izquierda, aunque sean consideradas como campaña negativa y difamatoria, son razonadas por el partido de gobierno como afirmaciones válidas.
Es decir, según la derecha salvadoreña, cuando la justicia requiere que se juzgue bajo criterios de derechos humanos a los acusados del asesinato de los jesuitas de la UCA, es una manera de abrir heridas que interrumpe con la paz de los salvadoreños; caso contrario, atacar con spots donde se recuerdan los momentos más difíciles de la guerra y que a su vez propaguen el miedo, la polarización, y la violencia, es parte de la campaña en un "Estado Democratico".
Desconcertante los conceptos que maneja un partido que relaciona sus valores con la libertad y la justicia.
Hasta ahora, la reconciliación post guerra es solo un mito, que se cuenta en los libros de historia del Ministerio de Educación, para sacar provecho del abrir y cerrar de las "heridas del pasado" en cada campaña política, cueste lo que cueste y en la medida que sea necesario.
Que me perdone quien me considere crítico de la "paz social" que promueve el gobierno salvadoreño, pero la paz ni se construye matizando las verdades, ni se fortalece pretendiendo poner de moda la guerra, para inclinar la balanza a favor de un partido político.
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davpacas@yahoo.com
[1] La Prensa Gráfica, 13 de noviembre de 2008.
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