lunes, 29 de junio de 2009

069. Golpe de Estado: Una lección para aprender

Por la fuerza se realizaron miles y millones de violaciones a derechos humanos. Con el uso de la fuerza murieron Jesús, Gandhi, Romero, Ernesto Guevara, Martin Luther King... Por la fuerza, se desarrollaron guerras, masacres, conquistas, imposición de creencias y religiones, leyes injustas, métodos represivos... en fin.

El uso de la fuerza se preserva en la mente humana hasta el día de hoy, no como el último recurso, sino como el más útil cuando se trata de tomar absurdas decisiones para imponer ideas. La fuerza, se trata del instinto animal que nunca logramos abandonar a pesar de tener el cerebro más avanzado y desarrollado entre todos los seres vivientes.

Hoy, el pueblo de Honduras vive en carne propia la utilización del instrumento de las ideas menos evolucionadas del ser humano, "la fuerza", separando a través de un golpe de Estado al Presidente de la República, electo Constitucionalmente, Manuel Zelaya.

El Presidente Zelaya, pretendía a través de una consulta popular, modificar la Constitución para continuar en el poder. Por su parte, la Corte Suprema de Justicia, ordenó al Ejército arrestar al presidente, quienes lo trasladaron por la fuerza a Costa Rica. [1]

El presidente de Honduras pretendía cambiar la Constitución para que se permitiera la reeleción, algo que está prohibido por la propia Carta Magna. No sólo está prohibido: además, prohíbe que se reforme dicho artículo y ordena que quien proponga la reforma sea castigado [2], como ha ocurrido con Zelaya.

Pero la oposición hondureña se valió del método más inoportuno para tomar el poder con la idea de "defender" la Constitución aún violando la misma.

La historia ha condenado siempre el uso de la fuerza, siendo efectiva la violación del derecho, pero nunca eficaz el objetivo para alcanzar metas a largo plazo.

Los golpistas de Honduras -seguramente cuando devuelvan el poder en los próximos días- deberán entender que la historia no se escribe con el lápiz robado y mucho menos la democracia se "defiende" con medidas antidemocráticas.

El Salvador ya ha contado esta historia desde la fuerza y la violencia, con el mismo final del siempre: el fracaso. Hoy aprendamos de las lecciones que nos muestran los errores de los vecinos.

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:: David Pacas, davpacas@hotmail.com
[1] http://www.20minutos.es/noticia/476341/0/honduras/golpe/zelaya/
[2] Arts. 239 y 240. Constitución de la República de Honduras.

1 comentario:

Anónimo dijo...

GRACIAS POR TU NOTA DE REALIDAD. ESTE DIA ESTABA ESPERANDO DESDE TEMPRANO POR LA MAÑANA. POR LEER TUS PALABRAS. MARIAELENA