En el sector comercio se busca aprovechar las efemérides con un afán de vender más, así se persigue lucrar, con los sentimientos de las personas haciendo ofertas para regalos del día de la Madre, del Maestro, del Padre, de los enamorados, de la secretaria, todavía no he visto anuncios publicitarios que se rebusquen para sacar tajada al ofrecer ofertas de artículos de regalo para el día de los trabajadores.
Somos un país de trabajadores. No solo porque casi todos tenemos que trabajar para ganarnos el sustento diario, sino también por la fama que tenemos de laboriosos. La laboriosidad esta tan arraigada en la identidad salvadoreña que más de la mitad de la población considera que “ser salvadoreño” significa ser trabajador (CONCULTURA 2007).
El primero de mayo es el día de todos los que sobrevivimos gracias a la venta de nuestra fuerza de trabajo, es la fiesta de los trabajadores.
Que se estableció por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889. En casi todo el mundo el Primero de Mayo es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago, que fueron ejecutados en Estados Unidos por su participación en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket en Chicago. En los Estados Unidos no se celebra el Primero de Mayo.
Allí celebran el Labor Day el primer lunes de septiembre desde 1882. En la Unión americana favorecieron la celebración en septiembre por temor a que la fecha de mayo reforzase el movimiento socialista en los Estados Unidos.
Con la lucha por la jornada laboral de ocho horas buscaban los trabajadores en Chicago hacer valer la máxima de: «ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa». Pues anteriormente existía una ley que solo prohibía trabajar más de 18 horas, cualquier funcionario de una compañía de ferrocarril para el caso, que hubiese obligado a un maquinista o fogonero a trabajar jornadas de 18 horas diarias debía pagar una multa de 25 dólares.
En El Salvador hasta después de la segunda guerra mundial que se busca la industrialización y con el surgimiento del Mercado Común Centroamericano, el número de fábricas crece pasando de 430 a 1,482 y la cantidad de trabajadores aumentó pasando de 14 mil a 33 mil. El crecimiento del sector industrial permitió el desarrollo del sindicalismo urbano que después entra en crisis a finales de la década de los sesenta como resultado del fracaso del Mercado Común Centroamericano.
Hoy según el Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD 2007-2008 “hay muy pocas oportunidades para los salvadoreños de un trabajo decente que ofrezca remuneración justa, protección social para el trabajador y su familia, buenas condiciones y seguridad en el lugar de trabajo, posibilidades de desarrollo personal y reconocimiento social, así como igualdad en el trato para hombres y mujeres”.
El trabajo decente es un privilegio del que goza menos del 20% de la población económicamente activa. Del resto 7% no han encontrado empleo y están desempleados, 43% han optado por subemplearse y otros 31% aunque perciben ingresos superiores al salario mínimo, no cubren el costo de la canasta básica a precios de mercado además de que no gozan de cobertura en las redes de seguridad social”.
En medio de la crisis económica uno de los ejes principales de las políticas1 públicas debe ser la defensa del empleo, la generación de nuevos trabajos y la tutela de los derechos laborales para contribuir al mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores.
Son tareas urgentes para el caso promover ajustes periódicos de los salarios mínimos, sobre la base del costo de la vida y la inflación, frenar el costo de la vida, estabilizar los precios de los artículos de la canasta básica y las medicinas, aumentar las pensiones, mejorar la calidad de los servicios del ISSS.
Es impostergable desarrollar mecanismos para institucionalizar el dialogo social y También ratificar los Convenios de la OIT pendientes; es clave Reestructurar el Ministerio de Trabajo, donde se necesita de cirugía mayor, para cambiar la Dirección General de Trabajo, el Consejo superior del Trabajo y el Consejo del Salario Mínimo.
En los años setentas se coreaba en las manifestaciones que “solo el pueblo salva al pueblo” esta consigna sigue siendo válida: la organización y movilización de los trabajadores es la base fundamental para la defensa de sus intereses. Ojalá que por las medidas de precaución en contra de la gripe porcina los trabajadores no tengan que ir en la marcha del 1 de mayo con la boca tapada.
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:: Roberto Cañas, Diario CoLatino, 29 de abril de 2009.
http://www.diariocolatino.com/es/20090429/opiniones/66245/
Somos un país de trabajadores. No solo porque casi todos tenemos que trabajar para ganarnos el sustento diario, sino también por la fama que tenemos de laboriosos. La laboriosidad esta tan arraigada en la identidad salvadoreña que más de la mitad de la población considera que “ser salvadoreño” significa ser trabajador (CONCULTURA 2007).
El primero de mayo es el día de todos los que sobrevivimos gracias a la venta de nuestra fuerza de trabajo, es la fiesta de los trabajadores.
Que se estableció por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889. En casi todo el mundo el Primero de Mayo es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago, que fueron ejecutados en Estados Unidos por su participación en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket en Chicago. En los Estados Unidos no se celebra el Primero de Mayo.
Allí celebran el Labor Day el primer lunes de septiembre desde 1882. En la Unión americana favorecieron la celebración en septiembre por temor a que la fecha de mayo reforzase el movimiento socialista en los Estados Unidos.
Con la lucha por la jornada laboral de ocho horas buscaban los trabajadores en Chicago hacer valer la máxima de: «ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa». Pues anteriormente existía una ley que solo prohibía trabajar más de 18 horas, cualquier funcionario de una compañía de ferrocarril para el caso, que hubiese obligado a un maquinista o fogonero a trabajar jornadas de 18 horas diarias debía pagar una multa de 25 dólares.
En El Salvador hasta después de la segunda guerra mundial que se busca la industrialización y con el surgimiento del Mercado Común Centroamericano, el número de fábricas crece pasando de 430 a 1,482 y la cantidad de trabajadores aumentó pasando de 14 mil a 33 mil. El crecimiento del sector industrial permitió el desarrollo del sindicalismo urbano que después entra en crisis a finales de la década de los sesenta como resultado del fracaso del Mercado Común Centroamericano.
Hoy según el Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD 2007-2008 “hay muy pocas oportunidades para los salvadoreños de un trabajo decente que ofrezca remuneración justa, protección social para el trabajador y su familia, buenas condiciones y seguridad en el lugar de trabajo, posibilidades de desarrollo personal y reconocimiento social, así como igualdad en el trato para hombres y mujeres”.
El trabajo decente es un privilegio del que goza menos del 20% de la población económicamente activa. Del resto 7% no han encontrado empleo y están desempleados, 43% han optado por subemplearse y otros 31% aunque perciben ingresos superiores al salario mínimo, no cubren el costo de la canasta básica a precios de mercado además de que no gozan de cobertura en las redes de seguridad social”.
En medio de la crisis económica uno de los ejes principales de las políticas1 públicas debe ser la defensa del empleo, la generación de nuevos trabajos y la tutela de los derechos laborales para contribuir al mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores.
Son tareas urgentes para el caso promover ajustes periódicos de los salarios mínimos, sobre la base del costo de la vida y la inflación, frenar el costo de la vida, estabilizar los precios de los artículos de la canasta básica y las medicinas, aumentar las pensiones, mejorar la calidad de los servicios del ISSS.
Es impostergable desarrollar mecanismos para institucionalizar el dialogo social y También ratificar los Convenios de la OIT pendientes; es clave Reestructurar el Ministerio de Trabajo, donde se necesita de cirugía mayor, para cambiar la Dirección General de Trabajo, el Consejo superior del Trabajo y el Consejo del Salario Mínimo.
En los años setentas se coreaba en las manifestaciones que “solo el pueblo salva al pueblo” esta consigna sigue siendo válida: la organización y movilización de los trabajadores es la base fundamental para la defensa de sus intereses. Ojalá que por las medidas de precaución en contra de la gripe porcina los trabajadores no tengan que ir en la marcha del 1 de mayo con la boca tapada.
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:: Roberto Cañas, Diario CoLatino, 29 de abril de 2009.
http://www.diariocolatino.com/es/20090429/opiniones/66245/