021. ¡No te metás a hablar de política!

Tan bello consejo he recibido: "¡No te metás a hablar de política!", y créame mi querido consejero, que me gustaría tener en mis manos la posibilidad de agradarlo.

Quisiera tener la oportunidad de escapar de la realidad un solo segundo... me encantaría hablar sobre otros temas “más bonitos” o “menos peligrosos”, ojalá las circunstancias fueran diferentes para dejar de lado la violencia, la pobreza y la injusticia, y ¿Qué? ¿Escribir sobre los “graves” problemas que causan la piratería de DVD? O ¿Criticar la homosexualidad?. Si, como no. Por mi parte, no espero perder de vista los problemas a los que necesitamos encontrar solución.

Claro que es más fácil guardar silencio y “quedarse quietecito”, eso no incomoda a nadie. ¿A quien le gusta meterse en problemas? Con toda sinceridad pienso que no es por gusto propio hablar de los problemas sociales. Y deseo con todo mi corazón que comprendas que cuando se trata de dignidad, se puede cerrar la voz, pero nunca la conciencia.

Por mi parte agradezco los buenos consejos recibidos, y yo también hago un pequeño aporte con estas bellas palabras para no olvidar jamás:

"Ya se que hay muchos que se escandalizan de estas palabras y quieren acusarla de que ha dejado la predicación del evangelio para meterse en política, pero no acepto yo esta acusación, sino que hago un esfuerzo para que todo lo que nos ha querido impulsar el Concilio Vaticano II, la Reunión de Medellín y de Puebla, no sólo lo tengamos en las páginas y lo estudiemos teóricamente sino que lo vivamos y lo traduzcamos [...] y aunque siga siendo una voz que clama en el desierto se que la Iglesia está haciendo el esfuerzo por cumplir con su misión..." (Mons. Romero, 23 de marzo de 1980)

Mis sinceros respetos.
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davpacas@hotmail.com