¿Por qué debe y a quienes les debe?
El gobierno de Estados Unidos pide mucho dinero prestado porque gasta más de lo que recauda por impuestos. De lo que recibe como ingreso el 59 por ciento viene de los impuestos y el 41 por ciento de préstamos(1). La mayor parte del dinero lo gasta en las guerras en que está metido y en el mantenimiento de 823 bases militares en el exterior(2). Estados Unidos tiene el 45 por ciento del gasto militar del mundo(3).
La deuda estadounidense es la más grande del mundo. El 70 por ciento de esa deuda es con instituciones financieras del país, el otro 30 por ciento es deuda externa, principalmente con China, a quien le debe el 26 por ciento del total, y con Japón, a quien le debe el 20 por ciento. El resto del dinero se lo debe a Inglaterra, Brasil, Rusia y otros países.
Con el agua hasta las narices
El Congreso le puso un tope al gobierno para que no pida más dinero prestado. Obama y su Partido Demócrata advierten que si el 2 de agosto no consiguen 1 billón de dólares, el gobierno tendrá que declararse en bancarrota.
Como alternativa, Obama propone aumentar impuestos y hacer recortes de gastos por 4 billones de dólares para los próximos 4 años. Pero el Partido Republicano, que tiene mayoría en el Senado, se opone a más impuestos y prefiere que el gobierno se endeude con 2.4 billones y que recorte gastos por la misma cantidad.
El supuesto debate entre demócratas y republicanos es para que la gente de Estados Unidos siga creyendo que esos partidos son diferentes, cuando lo cierto es que están de acuerdo en recortar gastos y seguirse endeudando para mantener los gastos militares y las guerras.
Las guerras están relacionadas con el petróleo, que es la principal fuente de energía en el planeta. Estados Unidos consume el 22 por ciento del petróleo mundial y solo tiene el 2.2 por ciento de las reservas(4). Por eso ataca a Iraq, a Libia y a otros países árabes que tienen mucho petróleo. Por eso, también odia al gobierno de Venezuela, donde están las mayores reservas de petróleo del mundo.
Ahora Estados Unidos no puede financiar sus guerras con dinero propio. Por eso terminará ahogado, no en un pozo de petróleo sino en un profundo pozo de deudas.