“Me considero dichoso, el Señor me ha dado muchísimo más de lo que yo podría haber pensado. Nunca imaginé ser arzobispo”, dijo ayer a LA PRENSA GRÁFICA.
Hasta antes del 10 de diciembre, según el nuevo jerarca católico, nunca había considerado convertirse en arzobispo. Fue hasta esa fecha que el nuncio apostólico, monseñor Luigi Pezzuto, le comunicó que el Papa Benedicto XVI lo había seleccionado como el sucesor de monseñor Fernando Sáenz Lacalle.
“Yo no tengo la edad, yo no tengo la capacidad, yo no tengo los méritos, ni las virtudes. Estoy preocupado, pero confío en el Señor y él me irá guiando en esta obra” manifestó.
El religioso, de 49 años, se convierte en el segundo arzobispo más joven del país, después de monseñor Luis Chávez y González, que tenía 37 años cuando asumió el cargo.
El nombramiento del nuevo arzobispo debía mantenerse en secreto hasta que el Papa hiciera el anunció oficial, que ocurrió ayer.
Según monseñor Escobar, aún no hay fecha definida para que tome posesión como arzobispo de San Salvador, aunque dijo que posiblemente sea a mediados de febrero próximo.
Aseguró que mantendrá la línea de trabajo que ya tiene la arquidiócesis y que le dará seguimiento a su obra, buscando intensificar el amor a Jesús.
Consideró que monseñor Sáenz Lacalle ha realizado una labor muy buena al frente de la iglesia.
Trayectoria
Escobar Alas procede de una familia de 10 hermanos y aseguró que la persona más feliz con su nombramiento es su madre, a quien ya ha pedido que oré por él para que le de la capacidad de enfrentar este nuevo desafío.
Fue párroco de la iglesia El Pilar de San Vicente, cargo que dejó cuando fue ordenado obispo de la diócesis vicentina en 2004.
Ha sido maestro de Filosofía en el seminario San José de la Montaña durante muchos años, labor que, dijo, extrañará especialmente cuando asuma como arzobispo.
Buena elección
El nuncio apostólico, Luigi Pezzuto, manifestó ayer en San Vicente su satisfacción por la selección que el papa Benedicto XVI hizo al seleccionar a monseñor Escobar Alas." [1]
Este nombramiento, es seguro que trae esperanza y las posibilidades de un nueva visión de la Iglesia en El Salvador, y tambien es seguro que nuestro nuevo Arzobispo, traiga consigo muchas preguntas, yo me planteo una muy significativa, ¿Los jerarcas de la Iglesia en El Salvador se acordarán de los pobres?
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[1] La Prensa Gráfica, 28 de diciembre de 2008.
http://www.laprensagrafica.com/index.php/el-salvador/social/8530.html